sábado, 13 de mayo de 2017

La homosexualidad no como "orientación sexual" sino como "conducta aprendida" y que puede modificarse

Desde hace tiempo deseaba escribir sobre las consideraciones de CCS sobre la homosexualidad.

No, no de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano sino de Carlos Cuauhtémoc Sánchez, a quien leí en mi adolescencia después de que una tía le prestara o regalara a mi hermana el libro Juventud en éxtasis.



Leí Juventud en éxtasis 2 en un Sangrons (cadena mexicana de restaurantes que cuenta con bar, pastelería, tienda y librería), en ésta dice CCS que “La homosexualidad proviene de una profunda soledad nociva.” Y que la homosexualidad sólo puede conducir a la degradación. De ambas afirmaciones no cita estudios o investigaciones, por tanto podemos concluir que no son más que sus opiniones personales.



Reconoce que hay de varios tipos de homosexuales: llamativos, machos, amanerados y no identificables.

Después de descartar causas hormonales y genéticas (aunque ahora se habla de causas epigenéticas), CCS describe la forma en que funciona nuestro cerebro, para después decirnos que la homosexualidad es una conducta aprendida y que, por tanto, puede cambiarse. Así, no habla de curar la homosexualidad sino de cambiar la conducta homosexual.

Escribe:

"La dirección de los impulsos sexuales depende de la manera de pensar y de las actitudes aprendidas del medio ambiente." La clave es el cerebro. Una compleja computadora neuronal almacena programas de comportamiento aprendidos desde la infancia. Somos lo que poseemos en el cerebro. El problema del homosexual no es hormonal ni hereditario, sino estricta y absolutamente UN PROGRAMA GRABADO EN LA COMPUTADORA CEREBRAL.

¿Estudios?, ¿investigaciones?, ¿referencias? Nada de eso ofrece CCS.

Menciona algunas situaciones que predisponen a la “conducta aprendida homosexual” (como tener un padre distante y una madre dominante), no me pregunten si en esta parte sí se citan estudios porque la respuesta es la misma de arriba: no. No veremos toda la lista de situaciones, sólo mencionaré una porque sí hay estudios que la desmienten:

Tener en la niñez contacto cercano con homosexuales. Algunos "reclutan" niños despertando sus instintos de manera prematura: les muestran pornografía, les ofrecen amistad o dinero (si los homosexuales no realizaran este reclutamiento podrían desaparecer ya que no se reproducen).

Los estudios realizados muestran que los adultos que crecieron en familias homoparentales son en su mayor parte heterosexuales (ver aquí). Pero CCS lo único que hace en sus “guías de vida” (o sea sus libros) es exponer sus creencias.

Bueno, vamos ahora sí a la teoría de la conducta aprendida.

TRATAMIENTO PARA EL HOMOSEXUAL

La conducta invertida no es una enfermedad; por lo tanto, no puede curarse. Es una conducta aprendida y sólo puede ser tratada psicológicamente. Cuando un homosexual busca a un consejero, suele ser porque su amante lo abandonó o porque tiene problemas con su esposa, padres o amigos. Pocos desean cambiar. Casi todos han adquirido una enorme adicción sexual y lo único que anhelan es ser aceptados como son. Los científicos afirman: “Es posible someter a los homosexuales a determinados tratamientos a fin de despertar su interés en las actividades heterosexuales en orientación y prácticas” “Sin embargo, el tratamiento no está indicado cuando nos son ellos VOLUNTARIAMENTE quienes lo solicitan”.

¿Cita estudios en esta parte? No. ¿Nos dice quiénes son esos científicos imaginarios? No. ¿Nos dice si esos científicos imaginarios a los que cita sometieron las conclusiones de sus investigaciones imaginarias a sus colegas? No. ¿Serán citas reales? Esta parte es el colmo de la payasada, abrir comillas y no dar nombres o no poner referencias carece de sentido. 

Pero bueno, ¿cómo se puede cambiar no la orientación sexual, porque no hay tal cosa, sino la conducta aprendida homosexual? Veamos los pasos que menciona:

PARA DEJAR LA HOMOSEXUALIDAD


  • Romper el círculo vicioso de “fantasías mentales y prácticas”. 
  • Estar dispuestos a sufrir un síndrome de abstinencia similar al de los drogadictos. 
  • Buscar ayuda de un grupo, no de homosexuales, sino de heterosexuales maduros con gran solidez espiritual. 
  • Quebrantar el enorme egocentrismo, controlando la ira y los impulsos explosivos. 
  • Aprender a amarse a si mismo, respetarse y aceptar el sexo original. 
  • Evitar lugares de reunión con gays, cortar las amistades homosexuales. 
  • Vivir los pasos de la decepción, para llegar a la soledad edificante. 
  • Jamás permitirse otra aventura homosexual, pues al igual que en el caso del alcohólico recuperado, que no se permite un solo trago, las recaídas, “como una excepción”, pueden resultar fatales.


Y ¿por qué intentar cambiar “la conducta aprendida homosexual”? Dice CCS:

Si se analizan las características de un homosexual (melancolía, rechazo, hostilidad, mentira, infidelidad y erotismo), es fácil comprender que no son felices como ellos dicen (gay significa "feliz").

Curiosas palabras porque la mentira de la que habla (también lo explica) en parte se refiere a ocultar la homosexualidad, pero olvida que quienes viven en el clóset mienten para evitarse problemas, es decir, mienten por las agresiones homofóbicas o el rechazo de la familia, los compañeros de trabajo o de escuela, etc.

Y la hostilidad de la que habla se refiere a un supuesto “odio a los psicólogos que los llaman enfermos, a los religiosos que les dicen pecadores y a los heterosexuales que los tildan de pervertidos. Tienden a ser explosivos y volubles. Con frecuencia se enfurecen y agreden para después retirarse y echarse a llorar.”

Esas líneas nos muestran la brillantez de Carlos Cuauhtémoc Sánchez: ve como hostilidad la respuesta emocional explosiva a la humillación homofóbica pero no es capaz de ver la hostilidad de ésta última, es decir, de la humillación homofóbica.

Así que ya saben amigos arsenokoitai y malakoi, si explotan o lloran porque les llaman pecadores, pervertidos y enfermos es porque ustedes son hostiles, explosivos y volubles, y no hay hostilidad en que los llamen así (enfermos, pecadores y pervertidos). 

Si CCS considera que también hay hostilidad en los insultos y humillaciones homofóbicas ¡ay, olvidó decirlo!, tan distraído a la hora de escribir y revisar su obra antes de entregarla a la imprenta. Y yo aquí pensando que esos insultos le valen un cacahuate. 

En suma amigos arsenokoitai y malakoi, según el brillante Carlos Cuauhtémoc Sánchez deberían recibir con alegría y mostrando una sonrisa colgate los insultos homofóbicos.

Nota: para escribir esta entrada no tuve a la mano una versión impresa de Juventud en éxtasis 2, recurrí a esta y a esta versión. 

1 comentario:

  1. Por lo visto, Sánchez no se ha dado cuenta que los conceptos de Freud han sido refutados por la neurología y la ciencia cognitiva moderna.

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