viernes, 8 de diciembre de 2017

La Clínica VenSer y su búsqueda de verdades...


¿Verdades? ¿Verdades básicas? Posiblemente todos quisiéramos tener la completa certeza de nuestras creencias o convicciones. Tal vez entre más conservadoras y religiosas sean las personas más necesiten esas certezas. La religión da a la gente certezas, verdades absolutas, verdades eternas, “conocimientos” que seguirán firmes por los siglos de los siglos. [Everardo Martínez, el cerebro detrás de esta clínica, es un hombre religioso]

En un post anterior hicieron referencia a que “la ciencia refuta la ideología de género” y en éste hablan de “verdades” sobre la homosexualidad. ¿La ciencia “fabrica” o “revela” verdades? Ni la ciencia ni la filosofía nos dan verdades absolutas. Cualquier conocimiento es provisional. En filosofía de la ciencia incluso hay quienes plantean que la meta de la ciencia no es encontrar verdades (porque sería una meta ambigua y utópica), otros proponen cambiar el término “verdad” por “empíricamente consistente” (o algo por el estilo). En el modelo de Thomas Kuhn de evolución de la ciencia, las revoluciones científicas (cambios de paradigmas) no nos acercan más a la verdad. No defiendo ese modelo, sólo lo menciono para poner otro ejemplo de modelos en los que se pone en cuestión el término “verdad”.

Tal vez ustedes necesitan agarrarse a algo firme o seguro. Pero la ciencia más bien nos muestra que debemos aceptar la ambigüedad. Hay cuestiones para las que aún ni siquiera hay conocimiento firme. Es el caso de la homosexualidad, orientación sexual, identidad de género o “atracción al mismo sexo”. Aún no hay verdades ni verdades básicas. Y no es que lo diga yo. En un informe reciente de su colega Lawrence S. Mayer se señala que no hay tales verdades, quien lea el trabajo entenderá que los estudios sobre “orientación sexual”, “identidad de género” y “atracción al mismo sexo” aún están en pañales. Dice (y dejo el enlace al final, grupos conservadores religiosos lo han usado para apoyar sus dogmas, a pesar del espíritu antidogmático del mismo):

“Como ciudadanos, estudiosos o facultativos preocupados por los problemas de la población LGBT, no debemos comprometernos de forma dogmática con ninguna visión en particular sobre la naturaleza de la sexualidad o la identidad de género, sino que tenemos que guiarnos, ante todo, por las necesidades de unos pacientes en dificultades y buscar, con una mirada abierta, formas de ayudarles a llevar una vida plena y digna.

“Cuando los estudios abordan cuestiones controvertidas, es particularmente importante aclarar con absoluta precisión lo que sí ha sido demostrado por la ciencia y lo que no. En cuestiones complejas y difíciles sobre la naturaleza de la sexualidad humana, en el mejor de los casos solo existe un consenso científico provisional. Es mucho lo que desconocemos, puesto que la sexualidad es un componente extremadamente complejo de la vida humana que se resiste a cualquier intento de definir todos sus aspectos y estudiarlos con precisión.

“Hasta la fecha, lo más concluyente que puede decirnos la ciencia sobre la orientación sexual es que algunos factores biológicos parecen, en cierto grado, y en algunas circunstancias concretas de vivencias personales y del entorno de la persona, predisponerle hacia una orientación no heterosexual.”

¿Se fijaron en las frases siguientes “lo más concluyente que puede decirnos la ciencia…”, “no debemos comprometernos de forma dogmática con ninguna visión en particular sobre la naturaleza de la sexualidad o la identidad de género”, “en el mejor de los casos solo existe un consenso científico provisional”, “Es mucho lo que desconocemos”?

El lenguaje que emplea no es el de haber llegado a supuestas verdades. Por ahora no las hay.



Aquí el informe Sexualidad y género.

Y para mostrar que aún hay mucho por investigar, acá otro estudio (que no es la última palabra) sobre genes y "orientación sexual": Estudio de la Asociación Genómica para la Orientación Sexual Masculina.

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